martes, 26 de junio de 2012

It's the end

¡Hoygan! Que vienen los extraterrestres

Ya lo dijeron los mayas, este año todo se irá a la mierda. Sería demoledor sino fuese de esperar ya que incluso hay ciertos individuos que se toman estos presagios como verdades universales. Y es que parece que hay gente que busca desesperadamente hallar o una conspiración gubernamental o el apocalipsis propiamente dicho para encontrar un vano sentido a su existencia. 


Pero la transcripción no iría del todo desencaminada. ¿Cuanto daño están haciendo las tecnologías actualmente? La gente hoy día cuando se quiere comunicar entre sí ya ni siquiera se llama por teléfono, sino que, en cambio, emplea una aplicación de su móvil de ultimísima generación con 3G y todo el autismo que ello implica. Y es que parece que el trato personal ya no está de moda, está sobrevalorado. Ahora, aquel que se resiste a las utilizaciones de tan dichosas aplicaciones de común conocimiento vive en el pasado. Los niños ya no quieren muñecas o coches teledirigidos, sino móviles y como no, tarifa plana de datos. Esto es sin mas, amigos, el fin de una generación más feliz y con necesidad de menos. Recuerdo nítidamente como antaño nadie tenía ni ansiaba el exceso y ahora o tienes una televisión de plasma de 40 pulgadas, un coche nuevo cada 3 años, un móvil de última generación a la última tendencia, un Ipad o la última consola del mercado o no eres nadie. Eso sí, la economía va a pique pero yo no me quedo sin mis comodidades.

"Dinos algo que no sepamos"

Lo sé, lo sé. Pero ciertamente me sorprende a la vez que me entristece salir a la calle y ver a los jóvenes y no tan jóvenes cada día que pasa más absorbidos por las nuevas tecnologías. En cierto modo me recuerdan a mi madre cada vez que pone Telecinco y se tira las horas muertas mirando el televisor sin pestañear, sin hacer caso omiso a lo que suceda a su alrededor; en ese intervalo de tiempo podría arrasar con todo un tsunami y ni aún así se inmutaría. A ese tipo de tristeza me refiero, a la pérdida de los sentidos por prestar atención a un cualquier cacharro. 
Por eso mismo no me cansaré de recomendar la serie británica de tan solo tres episodios autoconclusivos Black Mirror

Ahora diréis que toda esta mierda para similar bodrio de conclusión, pues sí, pero si tengo algo claro es que el fin llegará, pero no por una catástrofe natural, antes nos lo habremos cargado todo nosotros mismos. Y ahora os dejo con mi amigo Jimmy =)


Mindundi de palo

Para comenzar con este espacio retrodown; como es fácilmente imaginable, he optado por una breve presentación de mi persona. Y así soy yo, una mindundi de palo. Sin oficio, ni beneficio, ni futuro. Concluyendo, un personaje que no está en vías de extinción y lo peor es que ¡somos una plaga! Así que las probabilidades de que algún día deje de ser una mindundi de palo no juegan precisamente a mi favor. 

Por desgracia, (porque lo es) no me basta con ser una mindundi de palo como ya he añadido con anterioridad, sino que considero que en algún momento de mi penosa y poco fructífera vida tendré que trascender, porque yo lo valgo. De ahí, el título de este espacio retrodown (sí, el chiste es mío) por lo que a pesar de no ser nadie, nací creyéndome alguien. Algunas personas atribuirían este hecho como una ventaja propiamente dicha.

"No eres conformista, eso está muy bien"

Esto estaría bien si fuese una persona con algún tipo de aspiración en su corta vida o no la tuviese y fuese un eterno conformista, pero el hecho es que me considero tan trascendental e importante que tiendo a tildar todo lo que me rodea por decadente y poco merecedor de mi transcendentalismo. Lo que viene a ser el peor de mis defectos, a pesar de considerarme un ser tan superior a la pobre media. 

Por lo que... ¿Qué me queda? ¿Adaptarme al vulgo y asumir mi mediocridad frente a la del resto o seguir con mi transcendentalismo y  terminar viviendo bajo un puente? 

"Eres so gilipollas" 

Pensaréis todos y no os pienso quitar razón. La respuesta es evidente, pero aún así... ¿Quién no soñó alguna vez en que su vida sería una gran aventura? ¿Qué su trayecto  vital tendría una repercusión más allá de sus cuatro amigos y familiares? En algún remoto lugar de mi interior perpetua la llama de esta idea tan irreal y retrasada pero la mediocridad se va abriendo paso cada vez más y es irrefrenable. ¿En esto consiste madurar y crecer? Y es que finalmente todos terminamos siendo trapos rotos sin sueños ni emociones y solo terminan trascendiendo un limitado número de afortunados luchadores. Lo reconozco, yo no soy una de ellas.